Here Is My Valentine´s Day Gift For You
I remember my excitement for Valentine´s Day since I was little. In elementary school, we used to create a cardboard mailbox, decorated with arrowed hearts, and place it at the front of the classroom since early February. We would start crafting and handwriting our letters and putting them in “the mailbox” and on Valentine´s Day, the teacher would pull each letter and call the recipient by name so that person will pick up while the rest wouldn´t stop oohing, aahing, and trying to guess who wrote it.
There was also a morning recital at the school courtyard. Each class would choose one Latin American classic romantic song and present it. From “Agárrense de las manos” by José Luis Rodríguez “El Puma” to “Somos Amigos” by Juan Luis Guerra, we sang and danced it all.
There were no gifts, no candy, no chocolate. Nothing like nowadays. Just crafty letters, music, dance, and pure friendship and camaraderie.
In my thirties, I have a much broader concept of what relationships and love really mean.
Now the most important questions are:
Am I doing my best?
How am I contributing to the success of my relationships? Of my people?
How can I be a better spouse, a better community member, and a better person?
Am I assuming my responsibilities with goodwill and humility?
Am I promoting respect and consideration?
Am I a source of love?
Joy?
Peace?
Kindness?
Understanding?
Wisdom?
Personal relationships are the foundation, and from that comes community, which we all help shape and which we all need to avoid depression, addiction, isolation, illness, and so many other problems. Today, I try to give back in every little interaction because I know that a simple gesture such as eye contact can make a big difference in loved ones and in strangers. Relationships fuel our lives, for better or worse, but people are always the most important.
I’m now raising a little boy who will someday become a man. He has reminded me that love is energy. It’s what keeps me going. I run on love. So does Luca. He is my focus, and he is the future.
Of all the relationships we invest in, our relationships with ourselves should be the healthy base upon which we build everything else. There are multiple ways to explore this “lifelong romance,” as Wilde says.
I invite you to take the time to get to know and love yourself.
I didn´t forget about the gift I promised you in the title. Here it is:
Start reading In Our Thirties for free here. This post is an adapted excerpt from it.
Hope you LOVE it!
With love,
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Aquí está mi regalo de San Valentín para ti
Recuerdo mi ilusión por San Valentín desde pequeña. En la escuela primaria, solíamos crear un buzón de cartón, decorado con corazones flechados, y colocarlo al frente del aula desde principios de febrero. Empezábamos a diseñar y escribir nuestras cartas y ponerlas en “el buzón” y en el día de San Valentín, el maestro sacaba cada carta y llamaba al destinatario por su nombre para que la recogiera mientras el resto de los compañeros no dejaba de gritar y suspirar, tratando de adivinar quién le escribió.
También había un recital matutino en el patio de la escuela. Cada clase elegía una canción romántica clásica latinoamericana y la presentaba. Desde “Agárrense de las manos” de José Luis Rodríguez “El Puma” hasta “Bachata Rosa” de Juan Luis Guerra, cantamos y bailamos todo.
No había regalos, ni caramelos, ni chocolate. Nada como hoy en día. Solo cartas hechas y escritas a mano, música, baile, amistad y camaradería puras.
A los treinta, tengo un concepto mucho más amplio de lo que realmente significan las relaciones y el amor.
Ahora las preguntas más importantes son:
¿Estoy haciendo mi mejor esfuerzo?
¿Cómo contribuyo al éxito de mis relaciones? ¿De mi gente?
¿Cómo puedo ser un mejor cónyuge, un mejor miembro de la comunidad y una mejor persona?
¿Asumo mis responsabilidades con buena voluntad y humildad?
¿Estoy promoviendo el respeto y la consideración?
¿Soy una fuente de amor?
¿Alegría?
¿Paz?
¿Amabilidad?
¿Comprensión?
¿Sabiduría?
Las relaciones personales son la base, y de ahí surge la comunidad, a la que todos ayudamos a dar forma y que todos necesitamos para evitar la depresión, la adicción, el aislamiento, la enfermedad y tantos otros problemas. Hoy, trato de retribuir en cada pequeña interacción porque sé que un simple gesto como el contacto visual puede marcar una gran diferencia en seres queridos y extraños. Las relaciones alimentan nuestras vidas, para bien o para mal, las personas siempre son lo más importante.
Ahora estoy criando a un niño que algún día se convertirá en un hombre. Me ha recordado que el amor es energía. Es lo que me mantiene en marcha. Yo funciono en base a amor. Luca también. Él es mi enfoque y él es el futuro.
De todas las relaciones en las que invertimos, nuestras relaciones con nosotros mismos deben ser la base saludable sobre la que construimos todo lo demás. Hay varias formas de explorar este “romance de por vida”, como dice Oscar Wilde.
Te invito a que te tomes el tiempo para conocerte y amarte a ti mismo.
No olvidé del regalo que te prometí en el título. Aquí lo tienes:
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¡Espero que te ENCANTE!
Con amor,